sábado, 14 de mayo de 2011

Pequeños detalles...



Demasiado tiempo sin escribir, lo sé... Pido disculpas, y espero que sepáis que no es por falta de ganas sino de tiempo...



Hoy me gustaría compartir con vosotros uno de esos hechos y anécdotas que te alegran el día, y que quizá leas en algún e-mail y digas "¡Oh, qué bonito!", pero que pienses que eso nunca te ocurriría a tí...



Esta semana ha sido por unas cosas y otras bastante dura y complicada, y este hecho me hizo darle un pequeño giro...



Yo llegué a la universidad, corriendo, creía que iba a llegar tarde, y rápidamente para empezar a trabajar cuanto antes me acerqué a la biblioteca a alquilar un ordenador portatil para poder hacer mis tareas.



En eso, mientras el hombre encargado de esto al otro lado del mostrador iba en busca del ordenador para entregarmelo debió notar en mi cara o en mi expresión esa tensión y agobio que yo llevaba dentro ese día,...no sé como lo hizo en realidad, porque yo no era consciente de que mi cara estuviese siendo un espejo tan claro, pero por lo visto...sí.



Esta persona me miró, me sonrió y sacó una gran piruleta roja con forma de corazón y me la tendió diciéndome : " Ten, para que se te endulce la tarde" y no dejó de sonreirme y transmitirme paz con su mirada en lo que duró ese momento...



Fue un regalo que yo necesitaba en ese momento, y estaré por este pequeño, pero en realidad GRAN gesto siempre agradecida...